La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, inauguró recientemente la nueva planta de producción de cosméticos de la italiana Alfaparf Group en Buenos Aires. El proyecto producirá más de un centenar de puestos de trabajo y contribuirá a incrementar el comercio exterior y reducir las compras de países extranjeros.
La nueva planta se pone en marcha coincidiendo con la buena situación del sector de cosmética e higiene personal argentino, que creció 3,2 veces en volumen comparado con una década antes, según la ministra de Industria, Débora Giorgi. Un sector que gana en imagen exterior y que exporta más de 600 millones de dólares. Con la nueva planta, el sector gana un productor más que actuaba como importador desde el año 1994.
El grupo Alfaparf opera con cinco plantas en todo el mundo: Brasil, Italia, México, Venezuela y Argentina. Con la puesta en marcha de la última ya ha empezado a exportar a Ecuador, Paraguay, Uruguay, Chile y Perú. Con presencia en más de 80 países, Alfaparf, con 34 años en el mercado de la cosmética natural, espera llegar a facturar 300 millones de pesos en el año 2017, según fuentes de la empresa.
El centro de producción argentino es el más nuevo y desarrollado de todos. Con una superficie de 7.500 m², esta planta dispone de 5.000 posiciones de palé, laboratorio, planta productiva y la más avanzada tecnología de la industria cosmética. El grupo, que produce tintes, champús, acondicionadores, ampollas para tratamientos capilares, productos faciales, etc., factura 300 millones de euros en todo el mundo.