En la barbería Valhalla, de Buenos Aires (Argentina) trabajan de lunes a sábado de 10 a 22 horas. Sin embargo, algunos días las jornadas de trabajo se prolongan hasta medianoche. Creen que así se lo ponen fácil a sus clientes, la mayoría comerciantes, que solo disponen de la hora de la siesta para ir al barbero, y aprovechan al máximo su día a día. En su opinión, es la única manera de obtener cierta rentabilidad, ante un sector que lo tiene cada vez más difícil.

Algo similar sucede en la barbería Buenos Muchachos. Matías Sosa, propietario, reconoce que el horario se amplía sobre todo durante los fines de semana. Si normalmente abren el local de 10 a 13 y de 17 a 22:30 horas, en ocasiones se quedan hasta pasada la medianoche. Aseguran que así pueden atender a todo el mundo, clientes habituales y ocasionales.

El fade sigue siendo el rey en la barbería argentina

El fade o degradado sigue siendo el gran protagonista de los cortes que se suelen realizar, con la parte baja muy rasurada y el resto a elección. Otros servicios habituales son el retoque de barba y el perfilado de cejas. También explican que hay un mayor interés por la coloración y los tratamientos nutritivos capilares, dado que los hombres se cuidan cada vez más.









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