La industria turística wellness en México ha crecido, entre 2013 y 2018, a un ritmo anual promedio de 15%. En 2018, el 65% correspondió al turismo doméstico con 11.700 millones de dólares y 6.200 millones de dólares del mercado internacional, según datos ofrecidos por la consultoría Deloitte en el estudio Oportunidades de Mercado y Perspectivas del Turismo de Salud en México.
En Latinoamérica, este sector sumó 41.600 millones de dólares en 2018 y los pronósticos de crecimiento son del 9,9% hasta el 2023.
Las razones de este crecimiento en México se deben esencialmente a la consolidación de destinos turísticos wellness como la Riviera Maya.
Según Deloitte, para conseguir estos objetivos a largo plazo, sería necesario potenciar los resorts de playa con servicios wellness, como algunos inspirados en las modalidades de curación indígenas como los temazcales o las aguas termales para crear nuevas experiencias en los huéspedes. Asimismo, los lugares de recuperación postprocedimiento médico. En definitiva, crear instalaciones en clínicas y hospitales que sugieran el prototipo de los spas médicos de Estados Unidos.
Otro factor que puede potenciar esta actividad turística podría encontrase en la riqueza de los recursos naturales, ya que México cuenta con 31 parques naturales donde se pueden desarrollar actividades de ecoturismo y tratamientos adaptados a necesidades específicas de salud, bienestar y belleza como pueden ser yoga, spa, mindfulness, temazcal, vegano, detox, meditación o ayurveda.