A mediados del año 2014, Olaplex, con sede en Santa Bárbara (California) lanzaba al mercado el tratamiento Olaplex Bond Multiplier 1, creado para proteger el cabello durante los procesos de decoloración. A principios del año siguiente, y según la demanda, el grupo L'Oréal incorporó antiguos empleados de Olaplex a sus filas. Trabajadores clave que habían participado en la producción del tratamiento. Apenas seis meses después, el gigante de la cosmética inició las negociaciones para una posible adquisición de la empresa californiana.

Durante el proceso, L'Oréal tuvo acceso a información confidencial tecnológica y química de los productos, las patentes y la estrategia de comunicación en redes sociales. En septiembre del año pasado, las conversaciones entre ambas firmas se paralizaron. L'Oréal retiró su propuesta de compra y lanzó, sin autorización alguna, productos muy similares a los Olaplex. El primero que vio la luz fue L'Oréal Professionnel Smartbond, en noviembre del año pasado. Se trata de un tratamiento en dos fases, exclusivo para salones, que protege y fortalece el cabello durante procesos de coloración o decoloración. El cabello recupera su aspecto brillante y suave original, previo al servicio químico realizado.

El lanzamiento de L'Oréal no le ha sentado nada bien a Olaplex. La start-up insiste en que su producto fue el primero en ofrecer protección total a los cabellos castigados con sucesivas coloraciones y decoloraciones, siendo líder mundial en ese segmento. Así lo ha hecho constar en la documentación presentada ante el tribunal de California.

Desde L'Oréal admiten que ambos tratamientos son muy similares, aunque presentan algunas diferencias. Olaplex Bond Multiplier 1 actúa mediante una reacción química que repara y fortalece el pelo. Sin embargo, L'Oréal Professionnel Smartbond funciona como una especie de lubricante que aporta un aspecto más elástico al cabello.









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