Corría el mes de agosto del año 2016, cuando los cubanos Carlos Martín y Yissel García desembarcaban en Uruguay. El barbero, graduado por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y con gran experiencia en salones de La Habana, había decidido emigrar de la isla en busca de mejores oportunidades profesionales. En ese momento, uno de los sectores con más proyección era la barbería, dado que los uruguayos no estaban habituados a cuidar su imagen estética. Así pues, Martín empezó a trabajar como peluquero en un salón femenino situado en el centro de Montevideo.
Revolution Barber, el sueño de abrir un negocio propio
Con el tiempo, ambos se plantearon poner en marcha su propia barbería. El primer Revolution Barber se abrió en diciembre del año 2016, tan solo unos meses después de su llegada a la capital uruguaya. La apertura tuvo éxito, ya que la el hombre uruguayo no estaba acostumbrado a cuidar su imagen. El boca oreja funcionaba y la pareja observaba cómo aumentaba la clientela masculina así como los ingresos de su negocio.
Para sorpresa de Carlos y Yissel, los clientes querían saber más sobre barbería y cortes masculinos. La pareja se animó a organizar un curso que ayudara a formar nuevos barberos.
Nace la Academia Internacional de Barbería Revolution Barber
En un principio, Martín impartía los cursos solo, aunque posteriormente contrató a varios graduados a medida que crecía la demanda. Por su parte, García se encargaba de la gestión y administración de la academia. Coincidiendo con su tercer aniversario, el centro forma a más de 700 uruguayos graduados, en su mayoría barberos.Todo un hito para una pareja que se atrevió a dejar atrás su tierra de origen y hacer realidad su sueño. A día de hoy, Revolution Barber cuenta con dos salones, para hombre y mujer, en Montevideo.
Cortes de pelo gratis
El 22 de agosto, coincidiendo con el Día del Niño, el equipo de Revolution Barber organiza una jornada solidaria en la plaza Cagancha, una de las más populares de Uruguay. Durante la jornada, los estudiantes de la Academia Revolution Barber, bajo la supervisión de los profesionales del salón, cortan el pelo gratis con el propósito de recoger alimentos no perecederos destinados a comedores sociales y juguetes para niños sin recursos.